2011-11-20 El pasado
Hoy he recordado a Galdo Gato, un niño paredido a las espinas de las sardinas que me regalaba rosas del jardín de su madre, cuando teníamos la edad de Homiño, 7 años.
Olían muy bien y cada día eran de un color. Pero no éramos novios ni nada, sólo que él sabía que me encantaban y no era un niño de esos tontos ni brutos.
Se lo he contado a Homiño y él ha escuchado, atento.
Se lo he contado a Homiño y él ha escuchado, atento.
Comentarios
Publicar un comentario